Conspiración del silencio
La conspiración de silencio es una barrera en torno a la verdad, que puede definirse como el acuerdo tanto implícito como explícito al que llega la familia, el entorno o los profesionales de la salud, de cambiar la información que se le brinda al paciente con la finalidad de ocultarle el diagnóstico, la gravedad y el pronóstico de la situación clínica por la que está atravesando (Espinoza, Zapata, Mejía, 2017).
Quizás, como profesionales en la gestión existencial, reside cierta dificultad en diferenciar entre (1) ser emisores de malas noticias y (2) el contenido de la noticia. A menudo, el manejarnos desde el silencio nos permite acallar esa co-responsabilidad en el proceso curativo -o no- del paciente. Por parte del terapeuta se erige así una inconsciente voluntad de mantener una relación vertical donde el manejo de la información exime al paciente de tomar decisiones de forma activa en su porvenir. De hecho, conspirando con el silencio vulneramos el principio ético de la autonomía y, nutriendo el modelo patriarcal del que permanentemente nos quejamos, contribuimos a dilapidar la escasa percepción de control que el paciente puede albergar en un entorno hospitalario.
Al final, el paciente es el que decide la información que desea tener; el paciente es el que instaura su proceso de adaptación y modula en función de lo que es capaz de asumir teniendo en cuenta la magnitud y subjetividad de la enfermedad.
Referencias:
- Arranz P, Barbero J, Barreto P, Bayés R. (2003). Intervención emocional en cuidados paliativos: Modelos y Protocolos. Barcelona: Ariel.
- Espinoza Suarez, NR.; Zapata del Mar, CM:; Mejía Perez, LA. (2017). Conspiración del silencio: una barrera en la comunicación médico, paciente y familia. Revista de Neuropsiquiatría 80(2): 125-136.
- Rodriguez J. (2010). Comunicación clínica como dar malas noticias. Ortuella: Centro de Salud de Ortuella.
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