Intersubjetividad. Construcción del self y del otro.
Hasta los 5 meses, el bebé está inmerso en un proceso de término para el desarrollo a nivel biológico / orgánico. Es a partir de este primer periodo cuando se evidencian que ciertas habilidades competenciales del bebé empiezan a despuntar:
- Gran salto cualitativo en el desarrollo del sistema motriz y sensorial:
- Sistema motriz: aparece la prensión voluntaria
- Sistema sensorial: mejor resolución visual y auditiva aunque prevalece la audición sobre la visión; proceso de distanciamiento de la percepción Amodal: los inputs externos pasan a ser procesados por más de un canal y, por tanto, se experimenta una interacción de canales;
- Creciente potenciación del sistema propioceptivo;
- Desarrollo de las neuronas espejo para pasar de la imitación inmediata al aprendizaje por imitación - contagio emocional.
Poco a poco el bebé va construyendo patrones que le permiten organizar una imagen sensorial de la madre; de alguna manera, este neurodesarrollo, tiene un importante papel en el proceso de diferenciación sujeto - objeto, proporcionando al niño la posibilidad de unirse y separarse.
Así pues, a partir de los 5 meses se produce un punto de inflexión importante en el bebé por lo que en combinación de la apertura combinada a al menos dos canales sensoriales y la emisión de sonidos guturales de carácter emocional, el bebé introyecta la experiencia de individualidad, de self. Se inicia la transición hacia la Intersubjetividad Primaria.
A partir de aquí, la pulsión epistemofílica inherente al bebé conducirá las habilidades competenciales adquiridas para seguir en este proceso de crecimiento y de exploración. Una exploración en dos direcciones:
- Hacia sí mismo: su cuerpo, las experiencias emocionales;
- Hacia el entorno: posicionamiento de sí mismo hacia el otro y el entorno; hay una identificación del objeto como alteridad.
El bebé va adquiriendo destrezas que aprende a utilizarlas con fines instrumentales, sobre todo una vez se acerca y entra a los 9 meses de vida. De alguna manera, la vinculación afectiva resuena en el bebé como herramienta para confiar y salir a descubrir. Se entiende que:
- Comienza a gatear;
- Busca objetos fuera a su vista;
- Balbuceo comunicativo en un contexto de atención conjunta.
Identificar al otro como objeto -no sujeto-, permite introducir al bebé en las primeras experiencias de miedo por separación de las figuras de apego. De hecho, mediante esta mirada referencial hacia el cuidador, se constata como el afecto y el vínculo están íntimamente relacionados [...]; la estimulación afectiva que recibe antes y después del nacimiento contribuye al desarrollo del cerebro y, en consecuencia, de sus respuestas emocionales.
Finalmente el bebé transita hacia este contexto de atención compartida y conjunta que permite la co-construcción del mundo -interno y externo- en presencia del cuidador; se transita hacia la Intersubjetividad Secundaria.
Referencias:
- Areny, M. (2012). Construcció de l’afectivitat segons el pensament psicoanalític. Desenvolupa, 11:1-12.
- Leonhardt, M. (2016). Entendre les capacitats dels nadons avui. Desenvolupa, 7:1-12. Beà, N. (1998). Primeras relaciones, base del desarrollo. SEPYPNA, 26:131-150.
- Stern, D. (1991).El mundo interpersonal del infante. Paidós: Barcelona.
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