Interseccionalidad
La interseccionalidad se ha convertido en el lienzo de confluencia entre las condiciones sociales como factores de vulnerabilidad y las condiciones sociales de poder.
según refieren Mora y Bautista (2014), el estigma estructural constituye un concepto de gran utilidad para el abordaje de los grupos sociales que presentan múltiples condiciones de vulnerabilidad, en los cuales intervienen diversos determinantes sociales que se interrelacionan y se expresan en inequidades sociales en el acceso a la salud. Uno de estos determinantes, el género, constituye una variable transversal de carácter estructural que ofrece una explicación más amplia de los modos diferenciales de enfermar en mujeres y hombres, considerando el contexto sociocultural en que se desenvuelven y el sistema social de relaciones establecidas a partir de la interacción entre ambos, sin privilegiar a uno u otro grupo. En ese sentido, el enfoque de interseccionalidad originalmente propuesto por Crenshaw y desarrollado por autores como Hankivsky propone que para dar cuenta de la complejidad de los fenómenos sociales, es fundamental el análisis de la interacción simultánea de diversos factores sociales en distintos niveles.
Resultan ejemplares las palabras que desde ATELSAM hacen en
relación con la interseccionalidad en su Guía de Salud Mental con perspectiva
de género: “Las mujeres con problemas de salud mental sufren una múltiple
discriminación. Por un lado, las vinculadas al mero hecho de ser mujer, el rol social y cultural que se
les asigna. Por otro lado, tener una discapacidad
y, por último, la imagen social estigmatizada
de la salud mental con respecto a otras discapacidades físicas o
intelectuales. Las mujeres con problemas de salud mental son especialmente
vulnerables, en particular, sufren el riesgo de rechazo, aislamiento y
exclusión social. Por tanto, estamos ante tres categorías diferentes de
discriminación (mujer, discapacidad y estigma social) que interactúan de manera
simultánea. A este fenómeno se le denomina interseccionalidad.” (p. 8).
Referencias:
- Mora-Ríos, J.; Bautista, N. (2014). Estigma estructural, género e interseccionalidad. Implicaciones en la atención a la salud mental. Salud Mental, 37(4):303-312.
- Álamo, MP. (2020). Guía de Salud Mental con perspectiva de género. ATELSAM, Salud Mental: Tenerife.
- Viveros, M. (2016). La interseccionalidad: una aproximación situada a la dominación. Debate Feminista, 52:1-17.
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