¿Dónde
está Wally en Atención Primaria?
En España, a pesar de la existencia de Unidades de Salud Mental -USM- donde se ubica la figura de los/as facultativos/as especialistas psicólogo/a clínico/a y psiquiatra, un porcentaje significativo de la carga asistencial de los trastornos mentales y del comportamiento se atiende por el/la médico/a especialista en Medicina Familiar y Comunitaria -MF-. De hecho, la Atención Primaria en España acoge a la mayoría de las personas con dolencias no solo físicas, sino también con problemas de Salud Mental -SM- y de carácter psicosocial tal como recoge la Estrategia en SM (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2006). Por tanto, los Centros de Atención Primaria serán los primeros en atender este tipo de problemas sin los recursos necesarios para ello. La realidad actual revela que el principal punto de contacto con la SM para la mayoría de los pacientes es el médico o médica de familia y que el 80% de los y las pacientes psiquiátricos atendidos en SM proceden del ámbito de la Atención Primaria (Carballal, 2018).
En España, la «Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud» propone líneas
maestras orientadas a las Salud Mental en Atención Primaria, reconociendo y enfatizando el
papel protagonista de las intervenciones en salud mental realizadas desde el ámbito de la
AP. Otros desarrollos, como el programa formativo de la Especialidad en Psicología clínica
(Orden SAS/1620/2009), recoge la rotación específica de AP del futuro psicólogo clínico, en
la que ha de participar en el funcionamiento de los equipos multidisciplinares de AP. Sin
embargo, los dispositivos asistenciales de Psicología clínica de Atención Primaria -PCAP- en nuestro país son excepcionales (Hernandez, 2017).
Clínicamente la atención a los problemas mentales en Atención Primaria es compleja, la forma, intensidad y frecuencia de los síntomas en cada paciente son muy variables. Esta característica amplía el espectro de problemas psicológicos a los que el profesional debe atender durante el acto clínico obligándole a ir más allá de lo recogido en las clasificaciones nosológicas oficiales y
trabajar otra sintomatología poco específica sin dejar de tener en cuenta, además, posibles
problemas psicosociales en lo que puede estar inserta la demanda (Sanchez, 2015).
A pesar de que la Ley 16/2003, del 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud establece entre el catálogo de prestaciones de AP, la atención a la SM, en coordinación con los servicios de Psiquiatría/Salud Mental, con lo que reconoce la necesidad derivada del aumento y variedad de los problemas psicosociales y de la demanda relacionada con la SM, en la Comunidad canaria no existe la dotación de dicho recurso en los Centros de Salud. Consecuentemente, la realidad continúa siendo otra y el abordaje de los problemas de SM en AP se ve limitado por la sobrecarga asistencial y la falta de aporte de recursos específicos.
Por último, la OMS, en su Plan de Acción sobre SM 2013-2015, ya consideraba una prioridad el desarrollo de servicios integrales de SM y de asistencia social de base comunitaria como consecuencia del crecimiento exponencial de los trastornos mentales. Para ello señalaba la importancia de la integración de la asistencia y los tratamientos de SM en los hospitales generales y la Atención Primaria.
Lecturas recomendadas:
- Carballal, A.; Alonso, C.; Cid, P.; Carreira, MJ.; Lago, S.; Losada, CJ. (2018). Documento Marco de la Psicología Clínica en Atención Primaria. Galicia. Colexio Oficial de Psicoloxia de Galicia.
- Fernández-Hermida, José-Ramón, Santolaya, Francisco, & Santolaya, Jesus A. (2017). La acreditación en Psicología Clínica en España. Terapia psicológica, 35(1), 95-110.
- Sánchez, S.; Tornero, MJ.; Martin, P.; Redondo, M.; del Arco, R. (2015). Psicología Clínica en Atención Primaria: descripción de un año de asistencia. SEMERGEN-Med. Fam., 41(5); 254-260.
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